¿Y qué de la injusticia?
¿Cómo puede haber un Dios cuando hay tanta injusticia en el mundo? ¿Dónde está la justicia que anhelamos? ¿Qué tiene que decir Dios sobre todo esto? Joseph (Joe) Owen responde a nuestras preguntas.
¿Cómo puede haber un Dios cuando hay tanta injusticia en el mundo? ¿Dónde está la justicia que anhelamos? ¿Qué tiene que decir Dios sobre todo esto? Joseph (Joe) Owen responde a nuestras preguntas.
¿Cómo entendemos el matrimonio a la luz del relato de la creación en Génesis? ¿Cómo contrasta con lo que vemos en el mundo? ¿Cual es el fundamento para el significado del matrimonio?
El Señor nuestro Dios es el único Dios vivo y verdadero; cuya subsistencia está en Él mismo y es de Él mismo, infinito en ser y perfección, cuya esencia no puede ser comprendida por nadie sino solo por Él mismo.
La regla infalible de interpretación de la Escritura es la propia Escritura; por lo tanto, cuando surge alguna duda acerca del verdadero y pleno significado de cualquier pasaje bíblico, debe buscarse en otros pasajes que hablen más claramente.
El Antiguo Testamento en hebreo y el Nuevo Testamento en griego, siendo inspirados inmediatamente por Dios y guardados puros en todas las edades por Su singular cuidado y providencia, son —por lo tanto— auténticos.
No todas las cosas en la Escritura son igualmente claras en sí mismas, ni son igualmente claras para todos; sin embargo, aquellas cosas que es necesario saber, creer y obedecer para salvación se proponen y exponen tan claramente en uno u otro lugar de la Escritura.
Todo el consejo de Dios concerniente a todas las cosas que son necesarias para Su propia gloria, la salvación del hombre, la fe y la vida está expresamente escrito o necesariamente contenido en la Santa Escritura.
El testimonio de la Iglesia de Dios puede movernos e inducirnos a tener una alta y reverente estima por las Santas Escrituras; y el carácter celestial de su contenido, la eficacia de su doctrina, la majestad de su estilo, y más.
La autoridad de la Santa Escritura, por la cual esta debe ser creída, no depende del testimonio de ningún hombre o iglesia, sino enteramente de Dios (quien es la verdad misma) el Autor de la Santa Escritura.
Con el nombre de Santa Escritura o la Palabra de Dios escrita, ya se incluye todos los Libros del Antiguo y el Nuevo Testamento.